Ocho siglos de donaciones preciosas dan para acumular un tesoro ingente. Desde el siglo XIII, cuando se documentan las primeras donaciones al culto de la Virgen del Pilar, hasta hoy, la historia ha tratado de manera desigual esta colección de objetos históricos, artísticos y, sobre todo, joyas. Joyas de todas las épocas, desde las medievales hasta las últimas, porque todavía siguen llegando donaciones.