Desde tiempos de los romanos, los numerosos ríos aragoneses han justificado infinidad de obras hidráulicas de singular envergadura, que han determinado la vida de valles y comarcas hasta nuestros días. ‘El legado invisible’ se zambulle en la presa romana de Muel, el Monasterio de Rueda, los aljibes de Teruel, el Canal Imperial y la Expo del agua de Zaragoza para atravesar sus muros y las curiosidades que los envuelven.