Cuando sus compañeros se mofan de ella y Fracas le dice que no se comporta como una dama, Arena se da cuenta de que los gladiadores no toman en serio a las mujeres. Para respaldar su teoría, recluta a sus propias gladiadoras, prepara su propio número, "Arena y las amazonas" y reta a los hombres a un concurso. Fracas y sus hermanos piensan que es una bobada, pero las chicas les llaman 'gallinas' y el concurso sigue adelante. Como es lógico, los hombres no se lo toman en serio y se pasan el día en la Cantina de Gladiadores, por una vez regentada por hombres, porque Inertia se ha unido a las Amazonas, mientras Arena somete a las voluntarias a un estricto entrenamiento con el asesoramiento experto de Rina y Audia. Resultado: las gladiadoras de Arena le dan una paliza a los hombres y pronto se convierten en tema de conversación de todo Cornucopia. De repente, se invierten los papeles y montones de adolescentes, madres, incluso abuelitas vestidas con armadura, entran en a