En el mes de noviembre de 1878, una niña de nueve años, María Sanz de Sautuola, fue la primera persona en ver, después de miles de años, las pinturas de la cueva de Altamira. Y su padre, Marcelino, el pri-mero en comprenderlas. Contenido disponible hasta el 31 de octubre de 2029 Histórico de emisiones: 26/12/2017