Como consecuencia del cambio climático, el Desierto Árabe, abrasador y expuesto a vientos desecantes, se ha convertido en uno de los puntos más calurosos del mundo. Frente a un clima tan extremo, la población tiene que aprender a vivir en una región donde las temperaturas no paran de ascender. Contenido disponible hasta el 8 de abril de 2020.