Recorren las ruinas y la feria artesanal de Pisac, el pueblo de Urubamba y las terrazas de Ollantaytambo. Todo poblaciones del Valle Sagrado de los Incas. Toman el tren de la tarde que los lleva a Machu Picchu Pueblo. A la mañana siguiente visitarán uno de los hitos de la ruta: la impresionante ciudad inca de Machu Picchu. Disfrutan a tope y con calma de este enclave, regresan al pueblo y se relajan en las aguas termales de Aguas Calientes. Un nuevo día en tren los lleva de vuelta a Ollantaytambo, donde completan la ruta por el Valle Sagrado comprobando de primera mano el magnetismo de Moray (cráteres formados por meteoritos); aprendiendo creencias y curiosas costumbres locales como por qué se colocan cráneos de difuntos en las puertas de las casas; probando la famosa “chicha rosada” (una bebida a base de maíz fermentado); y recorriendo el impresionante paisaje lunar de las salinas de Maras, donde una Cooperativa local explota piscinas de sal de 1000 años de antigüedad (el agua, de afl