La familia colaborará durante unos días como voluntarios en una ong infantil cusqueña: Aldea Yanapay. Duermen en un hostel con otros voluntarios (muchos de ellos españoles), colaboran en tareas de apoyo escolar (arte, teatro, informática, mates, …) y descubren la dura realidad que arrastran estas familias peruanas, mientras Candela y Mateo disfrutan, totalmente integrados como dos alumnos más, con el resto de niños dentro del proyecto. La familia emprende una de las excursiones más duras de todo el viaje: el trekking a Choquequirao (llamado el pequeño Machu Picchu). Este enclave, igual de bello que inaccesible, sólo es apto para personas muy aventureras. Provistos de mulas, arrieros, tiendas de campaña y muchas ganas, la familia completa esta ruta por la montaña de Salcantay, en 4 días. Piedras, desniveles, ríos, altura, mosquitos y muchas horas de caminata para alcanzar la mítica ciudadela inca. Toda una aventura.