El románico en Castilla y León se ha identificado siempre con la imagen de la pequeña iglesia rural, pero no hay que olvidar las grandes realizaciones arquitectónicas que desarrollo con la aparición de las primeras ciudades, se trata de las catedrales y colegiatas, que tenían una función social además de la religiosa. Estos edificios religiosos marcan el perfil de las ciudades como símbolo de la cultura cristiana.