Dominique Strauus-Kahn era hasta antes de ayer un hombre poderoso en la escena internacional por su puesto actual y con gran proyección interna en Francia, como favorito, según las encuestas, para las presidenciales de 2012. No ha sido juzgado ni condenado. Habrá que ver cómo va el proceso, quizás se le declare inocente, pero los medios de comunicación franceses ya dan por liquidada su carrera política. Eliminado por KO ¿está su imagen ya irremediablemente dañada con independencia de lo que ocurra en el proceso judicial?Analizamos el caso Strauss-Kahn con Jaime Pastor, politólogo de la UNED.