Devolver la confianza en el sistema financiero español es el objetivo de la nueva reforma aprobada hoy por el Gobierno, la segunda en tres meses. Los bancos estarán obligados a aumentar las provisiones no solo sobre los créditos inmobiliarios toxicos tambien sobre los sanos. El gobierno asegura que las aportaciones del Estado serán inferiores a los 15 mil millones de euros y que no iran a fondo perdido.