El empresario Miguel Angel Flores, dueño de Diviertt, la empresa que organizó la fiesta de Halloween del Madrid Arena en la que murieron cuatro chicas, ha salido en libertad, pero imputado de cuatro homicidios por imprudencia después de declarar ante el juezdurante casi cuatro horas, y tendrá que presentarse dos veces al mes en el juzgado.Miguel Ángel Flores, primer imputado en el caso, ha responsabilizado de lo ocurrido a la empresa encargada de la seguridad del evento y a la policía municipal. En su declaración, ha reconocido que se sobrepasó el aforo por la falta de control a la entrada, que provocó, dice Flores, que unos cuatro mil jóvenes se colaran en el recinto. Reconoce que en algún momento de la fiesta había unas 15 mil personas en el interior, a pesar de que se vendieron algo más de 9.000 entradas.