Daniel Galván, el pederasta español cuyo indulto ha sido revocado por Marruecos, ya ha pasado sus primeras horas en la cárcel de Soto del Real en Madrid. Le ha enviado a prisión, el juez Andreu, de la Audiencia Nacional, porque dice hay riesgo de fuga y por la gravedad de su condena. Todo a la espera de que Marruecos pida formalmente su extradición, para lo que tiene un plazo de 40 días. Queda ver cómo se resuelve ese punto porque los acuerdos con Rabat no permiten extraditar a ciudadanos españoles. A esta hora, en el ministerio de justicia se celebra una reunión entre los dos países. Fue Marruecos quien ayer dió ese primer paso. Madrid ha ofrecido toda su colaboración para encontrar una salida. Y según la agencia EFE, en Torrevieja, el padre de una menor habría presentado una denuncia por presuntos abusos sexuales contra Galván.