A pesar de que el claustro de profesoras apoya a Roberta, el juicio de la joven contra Rafita Peralta por violación sacude los cimientos de la academia, debido a que la gran mayoría de los padres de las alumnas no entienden que la institución se haya posicionado a favor de una alumna que se ha querellado contra el primogénito de una de las familias más influyentes de Sevilla. Manuela, a la cabeza de las profesoras, intenta apagar las protestas de los padres, pero la situación no le va a resultar fácil sobre todo porque tiene que soportar ver a Martín tras su separación, ya que actúa como juez en el juicio. Roberta no se siente del todo segura a la hora de declarar en el juicio: la joven se encuentra desprotegida y falta del apoyo de sus padres para encarar tal situación. Mientras tanto, Tomás lucha contra sus propios sentimientos de cara al juicio y es que el joven sabe que puede tener la clave de cara al veredicto.