Mil novecientos treinta y seis, Berlín, la capital del Tercer Reich, acoge los undécimos juegos olímpicos, que se convierten en una gran operación de propaganda del régimen nazi. El ministro, Joseph Goebbels, será el primero en darse cuenta de la posibilidad propagandística, de que Alemania mostrara su poderío al resto de países. Contenido disponible hasta el 14 de agosto de 2016.