China se convierte en una potencia de primer orden mientras la región Asia-Pacífico se convierte en el nuevo centro del mundo. El mar del sur de China se ha convertido en uno de los escenarios estratégicos en el que Beijing provoca graves tensiones con países vecinos como Vietnam, Filipinas, e incluso Japón y Estados Unidos. Buen ejemplo de ello son las islas Spartly, cuyos arrecifes China ha transformado en islas de hormigón con pistas de aterrizaje. Se puede hablar de una técnica de invasión progresiva. Los americanos consideran que las islas artificiales chinas son una amenaza para la navegación internacional. Son mares esenciales para la economía mundial. Se puede hablar de desafíos comerciales, pero también están en juego el control por la pesca, las reservas de petróleo y las bases militares, de gran importancia estratégica para la marina americana. Contenido disponible hasta el 16 de abril de 2017.