La mayoría de establecimientos del distrito madrileño de Usera, donde residen más de 15.000 ciudadanos chinos, han cerrado temporalmente por la crisis del coronavirus. En muchos restaurantes, salones de belleza y agencias de viajes hay colgados carteles en los que pone "cerrado por vacaciones" o "cerrado por reforma". Se trata de una cuarentena voluntaria por prevención al contagio del virus. El cierre de comercios se ha extendido también al polígono Cobo Calleja. El Ministerio de Sanidad ha hecho un llamamiento a la calma.