La Unión Europea no despeja toda la inquietud que le genera Donald Trump en la primera reunión que mantienen con él los presidentes del Consejo y de la Comisión. Entre Washington y Bruselas persisten las diferencias sobre Rusia, el comercio mundial y el cambio climático, aunque sí hay acuerdo en la necesidad de reforzar la colaboración en la lucha contra el terrorismo yihadista.
Esa colaboración se hace todavía más necesaria si cabe tras el nuevo ataque en territorio europeo, en esta ocasión en el Reino Unido, en Manchester, en un recinto lleno de jóvenes, niños y familias.
Los ecos de Manchester se han sentido en la sede del Consejo Europeo y también en la de la OTAN donde los aliados se han comprometido a sumar esfuerzos para acabar con los terroristas. La filtración al New York Times de fotos con pruebas del atentado ha enturbiado, sin embargo, ese espíritu colaborador y puede llegar a poner en peligro el intercambio de información, tan necesario en esta batalla.
Las políticas que