La policía descubre los cuerpos enterrados de los hostiles, lo que les acerca a Márquez. El inspector y el Enlace establecen un plan para recuperar los cadáveres pero David está siguiendo una pista que podría implicar a Márquez. Convencido de que es un estorbo, el abuelo Arturo decide trasladarse a una residencia. La noticia cae como un jarro de agua fría sobre la familia Vargas. Laura intenta convencer a su suegro de que no se vaya. Bea ha encontrado al único profesor que sabe valorar su inteligencia pero no sabe que se trata del Carnicero. El asesino está implicando a sus compañeras en el control de la joven y les pide que recuperen la extraña piedra que poseen.