La presencia de una nueva borrasca en la Península durante el fin de semana dejará lluvias, antes de desplazarse hacia el Mediterráneo y dar paso a unos días muy soleados con máximas que podrían sobrepasar los 25 grados. La estabilidad se empezará a notar, poco a poco, ya desde mañana con un aumento notable de las máximas en el interior peninsular y sin apenas lluvias, aunque, y de manera restringida, estas todavía podrían afectar a amplias zonas del Mediterráneo, ha señalado el portavoz.