Velázquez recibe una alarma en su móvil. Uno de sus cuadros acaba de ser subastado en 2016 a un precio estratosférico. Esto sería algo normal si no fuera porque es uno de los cuadros que fue destruido por el fuego en el incendio del Alcázar de Madrid en 1734. Ante la falta de patrullas por problemas con el convenio laboral, el propio Velázquez e Irene se desplazan hasta allí para investigar lo que está ocurriendo. Lo que se encuentran es un robo de arte a gran escala de Darrow en colaboración con Lola Mendieta. Están sustituyendo los originales por copias para hacer negocio con ellos.