En la Navidad del año 1808, Napoleón tuvo que pasar la noche en el convento de Santa Clara de Tordesillas. En el mismo convento las tropas napoleónicas tenían apresados a tres hombres: el cura de Tordesillas y dos españoles acusados de espiar los movimientos franceses en la zona. Según la historia, la intervención de la abadesa convenció al Emperador de perdonar la vida a los tres hombres… Pero llegan noticias al Ministerio de que la abadesa ha muerto antes de tiempo. La muerte de estas tres personas no sería tan determinante, si no fuera porque uno de ellos es antepasado de Adolfo Suárez. Si la historia cambia y Napoleón les ejecuta, Adolfo Suárez no nacerá. El problema es buscar a alguien que pueda hacer de abadesa… Y la elegida es Angustias, la secretaria.