En los antiguos documentos conocidos como códices, los escribas mayas realizaban elaborados cálculos matemáticos, lo que revela su fascinación por la astronomía y los cielos. Pero también creían en otro gran reino, un submundo sobrenatural que era tan misterioso como el cosmos. Nuevas investigaciones en las grandes ciudades de Palenque, Tikal y Chichen Itzá muestran cómo estas fascinantes creencias dieron forma a los monumentos mayas, y el descubrimiento de cuevas subterráneas y canales de agua revela por qué los construyeron donde lo hicieron. Contenido disponible hasta el 30 de agosto de 2024.