A Carlos el hecho de que su padre le amenazase con dejarle en la calle por llegar tarde, le ha sentado muy mal y ha decido escaparse de casa. Toda la familia busca desesperadamente al chico, pero ni siquiera Josete sabe dónde se ha metido. Después de andar sin rumbo por la ciudad, Carlos decide ir a casa de Toni. Con su hermano Carlos se siente muy a gusto porque es el único que le trata como un adulto. Ni siquiera su madre, con la que se sincera sobre sus sentimientos hacia Julia, le toma en serio. Carlitos cuenta a Mercedes los motivos de su huida, pero ella con lo único que responde es con un castigo. Carlitos no está dispuesto a renunciar a ver a Julia por el castigo, por eso decide saltarse las clases. Desde que Carlos se fue de casa, Antonio no ha dirigido la palabra a su hijo y para Carlitos este es el peor de los castigos. Antonio está muy disgustado porque nota que su hijo pequeño no le hace caso, pero también porque económicamente no está pasando su mejor momento. La huelga