Naomí y Carlos forman un equipo perfecto a la hora de gestionar la empresa que comparten. Pero se muestran incapaces de llevar esa organización a las tareas diarias del hogar. En casa dejan de ser un equipo y, tanto el cuidado de sus tres hijos, la compra y la cocina, recaen sobre las espaldas de Noemí.Carlos, consciente de ese desequilibrio, se enfrentará, por primera vez en su vida, a las tareas que Noemí realizaba, sin abandonar sus responsabilidades laborales. Entre otras cosas, no le quedará más remedio que cambiar los pañales de la más pequeña de la casa. Algo que, como suponíamos, no sabe hacer.En este capítulo abordamos el tema de la incorporación de la mujer al mercado laboral en igualdad de condiciones que el hombre, las facilidades y desventajas que esta incorporación han supuesto para ellas, y la necesaria adaptación por parte del hombre a esta nueva situación.