Carlos afronta la etapa final de su existencia en Yuste, acosado por su mala salud y siempre pendiente de lo que sucede en los que fueran sus dominios. La campaña de Felipe contra el francés se desarrolla favorablemente, una vez que María Tudor logra para su esposo el apoyo de Inglaterra. Pero un exceso de prudencia evita que el éxito de San Quintín se convierta en una victoria definitiva sobre Francia. A pesar de vivir en el recuerdo permanente de su esposa, la pésima impresión que causa al ex emperador su nieto, el infante don Carlos, lo lleva a tomar una decisión sorprendente: conocer al hijo que tuvo con Barbara Blomberg, que ha sido educado en España por voluntad del soberano. Con el joven Jerónimo, futuro Juan de Austria, crea unos lazos que conducen a Carlos a legitimarlo. Sin embargo, no se atreve a hacerlo en vida. Leonor, viendo también que su tiempo toca a su fin, ruega a su hermano que interceda ante Portugal para poder reunirse por última vez con la hija que allí dej