Manolita sigue preocupada con el tema de la edad. Pelayo y Marcelino no acaban de entenderla ni saben lo que hace cuando se ausenta del bar y para colmo llega un giro postal para Manolita remitido por una agencia de publicidad. Salvador está animado ante la perspectiva de ir a vivir a otra ciudad pero Abel tiene que darle la noticia de que las autoridades no le dan permiso. Un problema con los teléfonos de los Almacenes se salda con un gesto generoso de Leonardo hacia Clementina. El distanciamiento entre Teresa y Héctor es muy patente. Teresa recibe carta de su madre en la que la anima a seguir con su vida y tener otro hijo, pero ella confiesa a Manolita que no se ve capaz. Ana no puede asumir su embarazo y se desahoga con Lucía, que intenta comprenderla y ayudarla.