Abel se acuesta indispuesto y tiene una terrible pesadilla en la que Cristina y Salvador son protagonistas. Héctor habla seriamente con Alfonso y le exige que ante su madre simule estar repuesto ya que considera que Carmen tiene derecho a rehacer su vida con Simón. Los del Asturiano son pesimistas respecto al concurso de belenes con figuras de miga de pan, cuyo fallo es inminente. Pero Pelayo tiene una idea para sabotear el belén del Cascabel. Abel relee la obra de teatro, tratando de recomponer el rompecabezas de su trauma infantil. Rosa está contenta porque le han ofrecido un papel en una película. Cristina, preocupada por lavar su conciencia tras acostarse con Salvador, propone a Abel hacer un viaje para estar más tiempo juntos.