Han pasado seis semanas desde el capítulo anterior. Nos encontramos en enero de 1951. La tirantez provocada por Pascual continúa. Carmen comienza a estar harta de sus constantes insinuaciones y Simón ve resquebrajarse su amistad con Pascual. Como Manolita ha regresado a su trabajo en los Almacenes, se impone buscar una solución para las niñas. El ambiente en casa de los Rivas está aparentemente enfriándose, aunque Marta ha decidido refugiarse en la bebida. Ana asume con resignación su cambio de estatus en los Almacenes y Ramón parece satisfecho. Julieta, tras el golpe recibido por la muerte de Juanito el Chico, ha buscado consuelo en las prácticas espiritistas. Alfonso se confirma como confidente de Ovidio, quien sigue obsesionado por demostrar la culpabilidad de Héctor, ahora convertido en detective privado. José María ha sido readmitido, pero como dependiente, Manolita es la nueva jefa de planta y Ana la directora del centro. La amistad entre Ana y Teresa está completamente resquebra