Simón y Alfonso intentan conseguir trabajo: el primero hará una prueba para una editorial de tebeos y el segundo va a entrevistarse con el encargado de un cine para ver si le contratan de acomodador. La mala suerte quiere que Simón derrame la tinta sobre la camisa de Alfonso y éste reacciona muy violentamente. Encarna quiere que Ramón se las ingenie para conseguir el título de empresario del año. Y Ramón lo logra, pero en una partida de póquer. Julieta premia el silencio y la fidelidad de sus empleados respecto al juego ilegal. Jacinto teme que un día Celia se canse y le pida regresar a Cuba. Sin embargo Celia, teniendo una oportunidad para distinguirse como cantante, la deja pasar: prefiere de momento ayudar a Loli y no competir con ella. Se da a conocer la sentencia de Juanito el Chico: es más dura de lo que esperaban y esto sume en la desesperación a los dos amigos.