Héctor queda totalmente perplejo cuando Beltrán le pide que acepte la versión oficial de los hechos: básicamente se trata de separar el caso de Ovidio de los otros asesinatos y atribuirlo al exceso de trabajo, los nervios y la presión. Encarna prepara el cambio de la instalación eléctrica de toda la casa. La frialdad de Ramón hacia Encarna es acusada. El empresario vuelve a intentar que Ana regrese a casa, pero otra vez obtiene un ¿no¿ por respuesta. Ana se muestra muy preocupada por Teresa e intenta acercarse a ella. Mientras Juan Grande le da vueltas a la idea de comprar una moto para su trabajo de viajante, en la plaza se conoce la versión que da la prensa de lo sucedido: la policía ha atrapado al asesino de mujeres, Pero el detenido es un mendigo, no el comisario Salmerón.