César, para impedir que Adelaida vuelva a prostituirse, decide poner fin a su encierro y sale a la calle... dándose de bruces con una sorprendida Teresa, que va acompañada de su madre. El niño salvaje se quema al intentar salvar al pequeño Serafín. Sole y Grande acuerdan llevarle al Hospital, pase lo que pase. Tras la sorpresa inicial de encontrar a César en la calle, Teresa le acompaña a su casa descubriendo que Adelaida se vio obligada a ejercer la prostitución. Los García y otros vecinos del barrio acuerdan ayudarles, aunque Carmen no ve con buenos ojos la relación de amistad entre Teresa y César, sobre todo al descubrir que es un topo. Ana sale airosa de la entrevista radiofónica y, en el reencuentro con su familia, impone unas duras condiciones, tales como la posibilidad de vivir independiente y la readmisión de Teresa en los Grandes Almacenes.