Ovidio, muy a pesar suyo, no puede acusar a Héctor de ser culpable del asesinato de la falsa novia de Simón, ni tampoco puede implicar a Simón, pues estaba en el calabozo cuando ocurrió el crimen. Simón se siente culpable, si no la hubiera hecho pasar por su novia, ahora no estaría muerta. Ana, todavía muy enfadada con su padre por haberlo encontrado en los Grandes Almacenes con otra mujer, va a ver a Héctor para saber que es eso tan importante que desea decirle. Héctor empieza a explicar lo que descubrió en los archivos del ginecólogo que investiga: a la madre de Ana le realizaron una operación antes de que Ana hubiese nacido, y no puede ser hija suya. Ramón aparece en el despacho en busca de Ana y se encoleriza. Sole se enfada con Juanito Grande porque él evita hablar del niño salvaje. Después de una discusión, acepta ayudarla a encontrarlo con la condición de que lo entreguen a las autoridades.