Manolita recibe una llamada apremiándola para que su marido le autorice a firmar el contrato de trabajo en los Grandes Almacenes, y se siente incapaz de decírselo a Marcelino. Cuando ya Pablo desespera de regresar algún día a Barcelona aparece en el Morocco Jacinto. Se ha casado en Cuba y se ha traído a España a Celia, su mujer. Héctor, su posible sustituto, tiene que llevarlo al hospital. Ramón Rivas encarga una fiesta al Morocco ignorando que Julieta es la directora. Tras la sorpresa, ambos se esfuerzan por superar los malentendidos. Tras el regreso de Jacinto, Pablo quiere irse y Jacinto piensa que lo hace para que se quede él. De modo que ambos amenazan con que si uno se va, el otro también.