Alicia decide ir a ayudar a Fernando pero se encuentra que ha desaparecido la llave del rellano. Y cuando, desesperada, va en busca de Álvaro, se encuentra con Esperanza, que ha ido a visitar al profesor. Carlos, agobiado por Cristina, se encuentra en El Asturiano con un Juanito el Chico al borde del ataque de nervios. Cuando todos creen que el encuentro va a desembocar en una pelea, los dos acaban emborrachándose juntos. Cuando Carlos regresa a casa, intenta en vano despertar la compasión de Alicia ante una boda inminente que confiesa no desear. Adriano no logra hablar con su mujer y acusa el rechazo del barrio. Tras serle roto un escaparate de una pedrada, se enfrenta a gritos con sus vecinos. Cuando parece demostrado que los relojes de Pelayo y Marcelino se detienen por un problema técnico, un nuevo e inesperado suceso parece señalar hacia explicaciones menos racionales.