Regina defiende ante un Hipólito bastante molesto su promesa de llevar hábito: Dios permitió que Carlos saliera bien librado y ahora debe cumplir. Maribel empieza a ganarse la confianza no sólo de Margarita sino de todo el Asturiano, aunque Manolita no las acaba de tener todas consigo. Carlos regresa al hogar y es recibido como un héroe. Pelayo no consigue que los alumnos de tercero quieran celebrar la fiesta del ¿Paso del Ecuador¿ en la cafetería de la Facultad. Roberto y Fernando han encontrado un piso franco donde poder planear sus movimientos si miedo a ser descubiertos. Juanito Chico se da el pisto con lo de la detención. El Grande, por el contrario, está más preocupado por los sentimientos de su amigo hacia Julieta.