Ángel tiene un violento enfrentamiento con don Senén cuando le comunica su decisión de reflexionar sobre si debe o no seguir en la Iglesia. Don Senén pierde los nervios y se delata: salvó a Ángel de la policía a cambio de entregarles a Ignacio. Escandalizado, Ángel cuelga los hábitos y se va de la parroquia, sin despedirse de Sole, que le espera en vano. Amparito es abandonada a su suerte, y sus enemigas en la prisión le propinan una paliza. Manzanares permite que Pablo se entreviste con Rosario. Una vez en casa de Elisa le exige a Marcos que no cometa locuras y no intente enfrentarse, él solo, con Ernesto. Ernesto pacta con Teo: le tenderá una trampa a Marcos para que pueda matarlo. A cambio, Teo le ayudará a escapar de Manzanares y a salir del país.