El cerco comienza a estrecharse en torno a Ernesto. Incluso la enfermera que atiende a Elisa comienza a desconfiar. Loli, por su parte, hace doble juego con Ernesto y Manzanares. Finalmente al ver a Pablo hundido tras la muerte de Carlota y temiendo por la salud mental de Elisa, Loli decide tomar partido, conservando eso sí, las espaldas cubiertas. Tras la muerte de Carlota, Pablo y Rosario tratan de volver a la rutina. Pero, por mucho que lo intenta, Pablo sucumbe al dolor. Alegría en la plaza ante la decisión de Ángel de no marcharse. Luisa y Sole reprochan a Inés, con mucha dureza, su falsa acusación. Marcelino y Manolita enfrascados en sus respectivos remedios, no consiguen cumplir sus expectativas. Paloma acepta la separación pero pide a Ildefonso algo a cambio: que se hagan cargo del hijo de Amparo cuando nazca.