Ernesto, torturado por la culpa, pide perdón a Elisa, pero ésta se niega a aceptar ninguna explicación. Tras una conversación con el padre Ángel, Ernesto, para tratar de congraciarse con Elisa, intenta colocarla en la nueva revista que está organizando Ombuena. Loli, celosa de las maniobras de Ernesto, destapa ante un estupefacto Ramiro que fue el propio Ernesto el que boicoteó su estreno. Elisa amenaza con hacer una locura si Ernesto vuelve a tocarla y Carlota, decidida a preservar a su hermana del peligro, se embarca en una arriesgada maniobra: tratar de seducir a Ernesto. El distanciamiento entre Paloma e Ildefonso se acrecienta y aumenta la incertidumbre sobre su futuro. Sole se entera de la posible marcha de Ángel y Marcos la anima a ser sincera con sus propios sentimientos.