Ante la proximidad del juicio de Amador, Ildefonso busca consuelo espiritual en la Iglesia. Don Senén se lamenta de que su esposa no frecuente la parroquia. El periodista que investiga a Ernesto, trata de sonsacar a Isidro datos sobre la relación de aquél con la empresa que éste gestiona y por qué Sito planteó romper el acuerdo poco antes de morir.  Manolete torea en la plaza de Linares. Expectación en el Asturiano y, sobre todo, en el Morocco donde Jacinto, junto a sus compañeros, escucha a través de la radio la tremenda cogida del maestro. Carlota, preocupada por lo tocado que nota a Ernesto, advierte a Elisa que se ande con cuidado. Tal vez la imagen de excesiva felicidad que transparenta haya alertado a Ernesto. Marcos sueña con el día en que Elisa y él puedan huir y vivir su amor sin esconderse. Esa noche, Ernesto no puede dormir y se produce un momento de extraña intimidad entre él y Carlota.