Elisa, impactada por la revelación de Sole, deambula por la ciudad, buceando en sus recuerdos. Busca la carta escrita por Marcos y se enfrenta a Carlota. Mientras, Marcos sigue haciendo averiguaciones sobre el negocio de Ernesto. Paloma justifica su visita a Amador para tratar de ayudar a Amparo. Sin embargo, ya es demasiado tarde, pues le dicen que la chica está en Valencia aunque no es cierto: Amparo no está en Valencia, sino secuestrada en la pensión. Pablo se las promete felices y hace planes de futuro con Rosario, que no parece tan convencida y expresa sus dudas a Carlota, que no sabe qué decir. En el  sótano de El Asturiano se rompen las cañerías lo cual hace aflorar otra crisis en la estabilidad de la familia, aunque nada comparado con el mal momento de Pelayo, que no ha podido librarse de ser presidente de mesa en el referéndum.