Marcos no perdona la traición de Ernesto pero, movido por la muerte del librero en un interrogatorio a manos de la policía, decide movilizarse políticamente y acepta el trabajo que Ernesto le ofreció. Paloma e Ildefonso ven crecer un enorme vacío entre ellos y vuelven a Madrid hastiados de su incomunicación. Marcelino se enfrenta a los falangistas que frecuentan el bar y hace una encendida defensa de los valores republicanos y de su padre. Manolita acude a Andradas para que intervenga e impida que le denuncien por subversivo. Pelayo, armado de coraje, supera la afrenta a la que le sometieron aquéllos y vuelve al bar, donde tiene una emotiva reconciliación con Marcelino. Carlota, que lleva todo el día desaparecida, informa a su familia que se ha casado con don Matías minutos antes de que éste entre en quirófano.