Mario recurre a un amigo de su padre, perteneciente a la nobleza, para zanjar su problema con la policía. Para temor de Consuelo, es reclamado desde comisaría. Paloma trata de disculparse ante Ildefonso pero sigue recordando a Amador, aunque cuando éste aparece por su local sólo le dedica un frío saludo. Llega el día de todos los difuntos: Carlota irá al cementerio, como todos los años, a visitar la tumba de su novio. Para desesperación de Manolita, Pelayo reivindica publicamente su amor por Enriqueta. Llega Carmelo, viejo amigo de Marcelino, que se saca un sobresueldo como 'escribidor'. Pablo desconfía de Ernesto pero éste parece anular sus prevenciones al ofrecer a Elisa una gran oportunidad.