Mario le pide a Estela que le deje quedarse en su casa. La mujer, compadecida, accede. La inquietud de Andrea aumenta al no presentarse esa noche Mario a dormir. Sale a buscarle, sin éxito. Visita a su padre en la fábrica cuando éste se dispone a marchar a una cena, a instancias de su amigo Gonzalo, pero no allí nadie sabe nada de Mario. Finalmente va al estudio de Eduardo, pero no puede entrar. Antonio, que está dentro, preparando con Charles una misión, la escucha llorar pero Charles le impide abrir la puerta, Cuando regresa a casa se encuentra a Eulalia, quien la acusa de ser la culpable de la desaparición de su hijo.