Antonio se muestra dispuesto a luchar por el niño hasta que se da cuenta de que está fuera de juego. Mario le comunica su decisión de adoptar al niño y darle sus apellidos. Antonio comporende que tiene la partida perdida y se refugia en el alcohol. Sito tiene una visión de la ética completamente distinta a la de Angel: retira el tren eléctrico de los juguetes entregados para los pobres, pero se queda solo, mientras su amigo recibe un beso de una niña amiga. Manolita se revela como experta fontanera y consigue superar las inhibiciones de Marcelino. El acoso de Rafael hacia Fabián se intensifica, llevando al empresario a una situación límite: aparece en el piso de Paloma en ausencia de ésta y entrega una pistola a Fabián para que se suicide.