Elpidia acusa a Manuel de ser un inconsciente, que puede poner en peligro a Antonio. Marcial y sus compañeros son detenidos. La policía se presenta en la fábrica e interroga a Lucas y a Antonio. Éste se salva in extremis, gracias a que el falso policía que intentó infiltrarse en la célula lo califica como inofensivo. La policía se presenta en casa de Elpidia buscando a Manuel. Al no hallarlo detienen a Elpidia pero el barrio impide que se la lleven y Manuel acaba entregándose. Los Robles vuelven a Madrid, avisados por Isidro. Rodrigo culpa a Isidro de lo sucedido, pero ni Loreto ni Mario le secundan. Rodrigo consigue finalmente controlarse y vuelve a practicar la táctica de la simulación.