El temor de Consuelo de quedarse a solas con Rodrigo parece infundado. Pero la aparente tranquilidad de Rodrigo es sólo una estrategia. Reaparece Rafael, recién salido de la cárcel: se ha convertido en un delincuente, drogadicto y peligroso. Braulio, el chulillo que atemoriza a Sito, es el camello de Rafael. Braulio exige a Sito que le pague una deuda supuestamente contraída por éste en una juerga nocturna. Sito, comprometido, se ve obligado a robar en casa. Pero Braulio le exige aún más dinero. Eulalia se muestra dispuesta a huir con Arturo y Javier le previene del peligro que entrañan los turbios asuntos que se trae entre manos. Andrea confiesa a don José Enrique el verdadero motivo de su matrimonio con Mario.