A pesar de su indignación inicial por el asunto del broche, Loreto no le hace ningún reproche a Fabián sobre su infidelidad y se muestra distante. Pero en lo más hondo de su alma va creciendo el rencor hacia su marido. Todos parecen no augurar buen futuro a la relación entre Antonio y Luisa pero ellos se muestran muy afines y felices juntos. Pura enseña a Isidro el falso certificado de defunción de su marido y le presenta a su primo misionero sin que Isidro sospeche que realmente es un actor. Fabián, desesperado, se enfrenta a Rafael y sufre un fuerte dolor. Rafael se burla de él y le dice que está viejo y acabado.