Gonzalo, acompañado por Sátur y Alonso, llega al Palacio Real para encontrase con su padre, pero descubren que el monarca ha salido. Mientras Sátur disfruta de los lujos de la corte, Gonzalo comienza a pensar que su padre no quiere verle y su decepción va en aumento. El Comisario, indignado al enterarse de que el Rey va a recibir a su hermano, decide acudir al palacio real para hablar con su padre. El Cardenal Mendoza logra aplacar su ira argumentando que no debe poner en peligro sus planes para ocupar el trono de las Españas por un simple ataque de celos. La Marquesa se muestra extremadamente amable con Remedios y el resto de los Gordillo. Pero la realidad planea engañarles para que firmen un documento en el que renuncian a su nieto a cambio de unos terrenos que ella está dispuesta a cederles.