Sátur consigue quedar libre de su extraño cautiverio al que Gonzalo no logra dar explicación. Una vez en casa, tío Emilio sonsaca al criado la información que necesita para cumplir lo acordado con el Rey: Gonzalo está dispuesto a matar al monarca tras descubrir que es máximo responsable de los sufrimientos por los que pasó su madre. La Marquesa, incapaz de vivir tal y como quiere el Comisario, decide desobedecer vistiéndose de forma espectacular y saliendo a pasear por la Villa. Hernán no tendrá piedad de ella y la castiga dejándola bajo la lluvia hasta caer enferma. Soledad, indignada por el sufrimiento de su señora, decide vengarse de él. Sátur trata de convencer a Gonzalo para que asista a una ofrenda a la Virgen. El objetivo del criado es que su amo se encuentre allí con el Rey. Al evento también pretende acudir Anaís con la intención de cruzarse con el maestro a pesar de la oposición de Flora, empeñada en recordarle que no debe enamorarse de Gonzalo.