Gonzalo descubre que Alonso se escribe con Margarita y que se verán pronto. El maestro intenta asumir que su amada no quiere saber nada de él, tal y como afirma su hijo. Pero también es consciente que esta podría ser una oportunidad única para hablar con ella. La Marquesa es sometida a un férreo control por parte del Comisario, que ha contratado nuevos criados y ha sustituido a Soledad por otra doncella. Lucrecia está desesperada, pues esta no es la vida que esperaba llevar: sin poder salir del palacio y obligada a vestir recatadamente. Malasangre recibe a Jimena, una de sus amantes. La joven le cuenta que han robado en su palacio y se han llevado un libro en el que describía con todo lujo de detalles sus extravagantes encuentros sexuales. Es cuestión de tiempo que la Inquisición descubra quién es el protagonista del manuscrito.